Expo Virtual Futuro Novato y Novata UC 2021



La Expo Virtual Futuro Novato y Novata UC 2021, es una feria en la que los postulantes a las instituciones de educación superior tienen la posibilidad de conocer a fondo todas las carreras que se imparten en nuestra  Universidad, a través de testimonios e información entregada por alumnas y alumnos, junto a profesoras y profesores UC.

Entre las actividades que se realizan se encuentran Tours virtuales a las carreras, charlas informativas tanto académicas como de beneficios socioeconómicos... y mucho más.

En este importante evento están presentes todas las unidades que se relacionan con los alumnos y que hacen que estudiar en la UC sea una experiencia única, tanto a nivel académico como en lo relacionado con actividades extraprogramáticas y vida universitaria.


Te esperamos en el stand virtual de Ciencia Política, donde podrás conversar con nuestros estudiantes, aclarar tus dudas y asistir a las clases magistrales de nuestras profesoras y profesores, las que también puedes seguir a través del canal de Youtube de nuestra Facultad.

:: Martes 17 / 13:00 hrs.:¿Qué piensan los chilenos de China?. Profesor Francisco Urdinez 
 
:: Jueves 19 / 12:00 hrs.: Ciencia política y su campo profesional. Profesora Fanny Acevedo (Coordinación de Seguimiento Académico y Desarrollo Profesional)

:: Viernes 20  / 15:00 hrs.: Mujeres y Política. Profesora Julieta Suárez-Cao



Para participar debes inscribirte AQUÍ http://expofuturonovato.uc.cl



DATOS IMPORTANTES

  • Fecha Actividad: 16 al 20 de noviembre.

  • Formato: Online.

  • Horario: 09:00 – 19:00 horas, horario continuado.

  • Actividad gratuita, abierta a todo público.

 

Redes Sociales Oficiales Facultad


 

 

Investigación que analiza la participación de mujeres en operaciones de paz, reúne a profesora Nicole Jenne, y nuestra estudiante, Fiorella Ulloa

Nuestra profesora Nicole Jenne, junto a la cientista política del ICP, Fiorella Ulloa, publicaron en el Journal International Peacekeeping el artículo Female Peacekeepers: UNSC Resolution 1325 and the Persistence of Gender Stereotypes in the Chilean Armed Forces”, que evalúa la incorporación de una perspectiva de género en las operaciones de paz de Naciones Unidas y cómo la Resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad de Naciones Unidas, se ha llevado a la práctica.

Esta Resolución, implementada en el año 2000, reconoció la urgente necesidad de incorporar una perspectiva de género en las operaciones de mantenimiento de la paz para lograr la igualdad de género. Se ha pedido a los estados miembros de la ONU que implementen la resolución a través de planes de acción nacionales. Casi dos décadas después de su adopción, las investigaciones indican que el progreso hacia las metas establecidas en la Resolución 1325 ha sido lento.

Este proyecto nació a partir de la tesis de Fiorella Ulloa, titulada “¿Cómo influyó la perspectiva de género en OPAZ?: El caso de Chile en MINUSTAH”, que tuvo como profesora guía a Nicole Jenne.

“Fiorella dijo que quería hacer la tesis sobre este tema, e hizo una muy buena tesis, con súper buenos datos. Cuando terminó decidimos unir conocimiento y esfuerzo, desarrollamos el proyecto y sacamos este artículo”, indicó la profesora Jenne.

 “A mí siempre me ha interesado este tema de FF.AA, Naciones Unidas y los temas de género. Y justo encontré que la integración de mujeres en operaciones de paz une todos estos temas. Para planificar mi tesis, me di cuenta que la profesora también trabajaba con los temas que a mí me interesaban”, complementó Fiorella.

El objetivo de la investigación fue conocer hasta qué punto el compromiso formal de Chile con la igualdad de género ha sido traducido en prácticas y políticas institucionales. El estudio reveló que el progreso ha sido limitado, debido a la falta de voluntad política necesaria para eliminar las brechas de género en las Fuerzas Armadas. Por este motivo, se demostró que las mujeres que participaron en la operación de paz en Haití fueron restringidas en el ejercicio de sus funciones.

“Se han hecho esfuerzos que hay que reconocer, pero quedan desafíos y voluntad política que siempre se relacionan con recursos. Aquí no hemos visto nunca una buena cantidad de recursos invertidos”, indicó la profesora.

“Estamos en un contexto en el que Chile quiere y necesita repensar el rol que tienen las mujeres en las diferentes instituciones, sobretodo en las de seguridad y FF.AA”, agregó Fiorella.

El estudio determinó que la integración de mujeres en las operaciones paz no se ha producido en igualdad de condiciones. Los estereotipos de géneros mostraron limitar a las mujeres en el ejercicio de sus funciones, delegándoles áreas relativas a mujeres y niños e impidiendo su participación en actividades consideradas riesgosas.

Para llevar a cabo la investigación, se analizó la participación de mujeres en la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). MINUSTAH es la misión en la que Chile ha colaborado por más tiempo con un contingente formado, manteniendo su participación durante los 13 años de duración (2004-2017). Además, es la misión donde Chile ha desplegado la mayor cantidad de personal, con 226 mujeres de un total de 12.209 efectivos militares. Para el estudio se entrevistaron a diferentes mujeres de las Fuerzas Armadas que participaron al menos una vez en MINUSTAH. A las participantes se les hicieron preguntas relacionadas a sus funciones durante su despliegue en la misión, su relación con sus colegas de género masculino y el rol que tuvieron los estereotipos de género en el ejercicio de sus funciones.

Conversamos con la profesora Nicole Jenne y Fiorella Ulloa, quienes nos explicaron más en profundidad los objetivos y resultados de la investigación:

 

  

Integridad académica como sello de egreso UC



¿Aceptarías una buena nota en una entrega grupal en la que no trabajaste? ¿Qué harías si te ofrecen un pago por escribirle un ensayo a otro estudiante? ¿Eres capaz de defender el derecho a opinar de alguien que piensa lo contrario a ti? Probablemente, todo estudiante universitario se verá enfrentado al menos a una de estas preguntas durante el transcurso de su carrera, pero las respuestas pueden ser variadas según la situación.

Uno de los principales objetivos de instalar una cultura de Integridad Académica en la UC es que los profesores y profesoras se hagan responsables del cuidado de la integridad y promoción de la misma desde sus propias acciones, las que proyectadas deben impactar en el proyecto formativo. De este modo los y las estudiantes podrán cuestionarse y analizar críticamente sus decisiones frente a situaciones que involucran un actuar ético, más que entregar reglas o respuestas únicas para cada situación. Se trata de un proyecto que ha venido instalándose en la UC desde hace algunos años, y que el pasado viernes 9 de octubre tuvo un importante avance tras la aprobación de las directrices para una política de Integridad Académica por parte del Honorable Consejo Superior.

En estas directrices se establece que: “La Integridad Académica forma parte de la misión de la Pontificia Universidad Católica de Chile y significa actuar con los valores de honestidad, veracidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad en todos los ámbitos que involucra la formación universitaria. Se espera que todos los miembros de la Comunidad UC actúen de acuerdo a estos valores, siendo modelos para su entorno. La integridad académica es sustancial para la formación de personas que, a través de su servicio, buscan impactar positivamente en la sociedad”.

Tras la aprobación, el rector Ignacio Sánchez se refirió al enfoque reflexivo que tiene la instalación de una cultura de integridad académica en la universidad: “Estamos avanzando en una reflexión crítica de la integridad académica, que potencie nuestro código de honor y que nos permita formar ciudadanos y ciudadanas integrales, con una mirada desde el bien común. Queremos que los y las estudiantes de la UC tengan una mirada crítica del sentido ético del comportamiento. Por eso la integridad académica y la autoevaluación de nuestras acciones están en el centro de nuestro proyecto educativo”.


Estudiantes íntegros y ciudadanos comprometidos

Desde sus inicios, la Universidad Católica ha estado comprometida con la formación integral de personas en base a valores orientados hacia el bien común. Uno de los principales propósitos asociados a la integridad académica tiene que ver con instalarla como un pilar fundamental en la formación del estudiantado, incorporándola a lo largo de toda la trayectoria formativa, así como a la vida universitaria.

Durante el año 2016 se creó el Código de Honor, un compromiso que explicita el tipo de convivencia al que la universidad aspira a construir al interior de la comunidad universitaria, y que instó a reflexionar y avanzar hacia una cultura de respeto e integridad, fortaleciendo los valores que caracterizan a la UC. Siguiendo con este trabajo, el año 2017 se iniciaron jornadas de trabajo entre directores de docencia y representantes estudiantiles para empezar a abordar la integridad académica, y también se convocó una comisión con el objetivo de elaborar una propuesta de Política de Integridad Académica. Después de ser ampliamente debatida, y contar con las visiones y perspectivas de diversos actores al interior de la universidad, fue aprobada este año. Esto permitirá implementar e instalar una cultura de integridad académica, con lineamientos claros para toda la comunidad UC.

El trabajo ha involucrado a diferentes áreas de la UC, como la Dirección Académica de Docencia (DADo), la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), el Centro de Desarrollo Docente (CDDoc), Bibliotecas UC y Registros Académicos

“Como universidad queremos entregarle a la sociedad profesionales capacitados en sus áreas disciplinares y que hagan un aporte sustantivo a su entorno. Para esto, además de ser competentes en sus temas específicos, necesitamos que sean personas íntegras, es decir, honestas, respetuosas, responsables y comprometidas”, explicó Gonzalo Pizarro, quien lidera la Dirección Académica de Docencia (DADo) dentro de la Vicerrectoría Académica. 

“La formación en la universidad no es sólo técnica y a través de las oportunidades que nuestros estudiantes tienen en sus cursos disciplinares, cursos de formación general y las actividades extra y co-curriculares tienen la oportunidad de practicar los valores representados en el código de honor y la Política de Integridad Académica”, comentó Pizarro, quien también forma parte del directorio del Centro Internacional para la Integridad Académica (ICAI).

El académico y director de la DADo explicó que la experiencia comparada ha establecido una alta correlación entre la deshonestidad en la universidad y la deshonestidad en el trabajo: “Esto es relevante porque nos demuestra que el reforzar la integridad académica en la universidad tendrá un impacto en los futuros profesionales y su contribución al país. Es por esto que queremos que la integridad académica sea un tema de cultura institucional, y que todos nos sintamos responsables de promoverla y practicarla”.


El pensamiento crítico como complemento de las reglas

El enfoque descrito por el director de la DADo es compartido por expertos y expertas en el tema a nivel internacional. A comienzos de enero Tricia Bertram, académica de la Universidad de California San Diego que se ha especializado en la integridad académica, visitó la UC, donde participó de seminarios, se reunió con autoridades y equipos de trabajo vinculados a temas de integridad. 

En esa oportunidad abordó las diferencias entre un enfoque tradicional de la integridad académica, que se centra en los reglamentos y sanciones, y el rumbo que está tomando este tema en varias partes del mundo, y que se relaciona más con el pensamiento crítico como complemento de los reglamentos: “Si reducimos la integridad académica a un listado de reglas y sanciones, nunca lograremos abarcar todo, y estamos enseñando a los estudiantes solo una parte de la toma ética de decisiones, que es decirle: estas son las reglas, tienes que seguirlas”

La académica apuesta por un enfoque que priorice el cuestionamiento propio frente a decisiones que pueden ser difíciles. Según Bertram, el enfoque netamente punitivo “no significa que el estudiante sabe pensar y tomar decisiones éticamente cuando no hay reglas para guiar el comportamiento. Existen investigaciones que muestran que este enfoque no ayuda a disminuir los malos comportamientos, porque las personas desarrollan una suerte de dependencia a las reglas, a que les digan qué hacer, en vez de pensar críticamente lo que deben hacer. Queremos que los estudiantes desarrollen la capacidad de tomar decisiones por sí solos”.

En la discusión acerca de la implementación de una cultura de integridad académica han estado presentes los referentes de universidades inglesas, estadounidenses y latinoamericanas que han adoptado este enfoque, y la UC se ha sumado a redes internacionales que trabajan el tema, como la Revista de Integridad Académica, a través del director de la DADo, Gonzalo Pizarro.

A la visita de Tricia Bertram a la UC se suma la de Tracey Bretag, de la Universidad de South Australia, quien falleció recientemente debido a un cáncer, y ha sido ampliamente recordada por su trabajo en integridad. En el año 2016 dictó la charla “Qué es la Integridad Académica y por qué es importante”, ayudando de este modo a instalar el tema en la UC y motivando a la comunidad en el desafío de trabajar por una cultura de Integridad Académica.

 

Fortalecer la confianza en las capacidades del estudiantado

Por su parte, los y las estudiantes han demostrado interés frente a la mirada de la Integridad a partir de valores que unan a la comunidad. La actual consejera superior de la UC, Magdalena Cottet, valoró particularmente el énfasis en el fortalecimiento de la confianza entre estudiantes y docentes, y también de los estudiantes respecto de sus propias capacidades.

“A mi parecer, actualmente estamos en una crisis de la integridad académica que viene de hace mucho tiempo, pero que ahora con la pandemia y las nuevas tecnologías se ha evidenciado más”. La estudiante lo atribuye a diferentes causas, entre ellas “un sistema que a veces no fomenta la confianza académica en los estudiantes”.

En ese sentido, la consejera superior se mostró esperanzada en que las directrices para una Política de Integridad Académica sean una instancia transversal y participativa, “lo que creo va a tener impacto no solo en disminuir las faltas de integridad, sino también el fortalecimiento de la comunidad UC en base a directrices y puntos comunes”.